EL ASCO

Por Alejandro Olmos Gaona

El célebre escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya, retrató en su novela ASCO a los distintos estamentos del Salvador, especialmente a los dirigentes políticos y las elites que se apoderan del poder.

Asco es lo que me ha producido, lo ocurrido ayer en la Cámara de Diputados, con esos miserables que votaron a favor del veto de Milei, especialmente los que se dieron vuelta y los otros que se abstuvieron para no jugarse en una posición determinada

Que un Menem presida la Cámara de Diputados, es un símbolo de

lo que se ha convertido ese lugar, donde se negocian puestos, privilegios, nombramientos, intercambios de favores y canonjías de diversa especie. El cambio a último momento de un diputado para ser designado en una empresa binacional  y ser reemplazado por una legisladora que votaría a favor de Milei fue la culminación de la ignominia.

Las insostenibles y reiteradas mentiras del presidente que llegó al extremo de decir que el aumento jubilatorio significaba una erogación de 300.000 millones  de dólares es un ejemplo de quien nos gobierna, sumado a una gentuza dispuesta a cualquier cosa con tal de contar con privilegios y  hacerse la distraída ante los insultos, las descalificaciones, el lenguaje vulgar y soez que utiliza el presidente, aceptado también por un periodismo temeroso, que salvo excepciones no hace honor al honroso trabajo que debería ejercer.

Hay dinero para pagar intereses de una deuda espuria, hay dinero para los viajes privados del presidente y su comitiva de precarios  funcionarios, hay dinero para comprar aviones y aumentar la planta de empleados de la Secretaria Karina Milei y del payaso de Manuel Adorni, hay plata para aumentar descomunalmente los gastos de la Secretaría de inteligencia, a fin de poder espiar a todos los que cuestionen al gobierno, hay dinero para que los legisladores utilicen fondo del Estado para gestionar sus futuras candidaturas, malversando los dineros públicos. Para los jubilados el sector más vulnerable de la sociedad, no hay nada más que palabritas y que se arreglen como puedan total se van a  morir como dijera la inefable canciller Mondino.

Los ricos se han visto favorecidos respecto de sus bienes en las leyes dictadas, y para ellos no hay ajustes sino concesiones, mientras la pobreza aumenta, la indigencia crece, y los niños y los ancianos se pauperizan cada día mas a través de una política despiadada y cruel sin antecedentes en nuestra historia. Pero al desquiciado  que funge de presidente nada le importa porque está sostenido por grupos empresarios, a los cuales no les afecta esta política, y que hace décadas se han venido enriqueciendo una gran parte de ellos a través de los dineros públicos.

Resulta inconcebible,  que los que se dicen representes del pueblo hayan avalado ese veto, con falacias de diversa naturaleza, apelando a cifras mentirosas, para justificar la indignidad de su voto. Quizás no debería extrañarme, porque  la mediocridad, la incultura, la precariedad con la que hilan sus argumentos, los muestra de cuerpo entero y  pone en evidencia a los extremos de decadencia que hemos llegado.

Pero como a pesar de las dificultades que hemos vivido en todos los períodos de nuestra historia, y la tragedia que significó la dictadura, siempre el pueblo argentino se sobrepuso a tanta maldad que debió padecer,  una vez  más a pesar de la enorme cobardía de muchos opositores, de los llamados dialoguistas, de los complacientes  y trepadores de siempre, las fuerzas de La Libertad Avanza no prevalecerán, y algo va a ocurrir, para que puedan ser eyectados del poder, aunque en estos momentos esto parezca imposible

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