—–Nueva sección: Caracterizando bloques provinciales y regionales: San Juan.
Por Ludmila Alcoba
La carrera política del actual presidente del PJ, tiene inicio en su juventud, cuando presidió el Centro de Estudiantes de la facultad de Ingeniería de San Juan, y más tarde, la Juventud Peronista de la provincia. Elegido tres veces gobernador –luego de un plebiscito realizado para modificar la constitución provincial y permitir su reelección-, José Luis Gioja sigue siendo hoy un nombre de peso en el partido que se pretende posicionar como eje nuclear de la oposición al gobierno de Cambiemos-UCR, en el esquema bipartidista.
Referente del PJ desde la juventud, José Luis Gioja ocupó cargos en casi todos los gobiernos Sanjuaninos desde la década del 80. Durante el menemismo, fue fundamental para ayudar a instalar al empresario Escobar en el gobierno de la provincia -quien encabezó la aplicación a nivel provincial de las políticas de ajuste y privatización neoliberales que se articulaban desde la nación-; y además de formar parte del escobarismo, apoyó como diputado las legislaciones entreguistas del menemismo, como por ejemplo la privatización de YPF en 1992, que contó con su voto afirmativo.
Una de las patas del entramado legal que, durante el menemismo entregó la soberanía de los recursos de nuestro país, a las empresas trasnacionales, fueron las leyes en torno a la actividad minera, en las que Gioja, diputado y presidente de la comisión de minería, cumplió un rol fundamental tanto en su elaboración como en su posterior aplicación. Estas leyes, que favorecen en todo a las empresas trasnacionales, eximiéndolas de aranceles e impuestos a los activos productivos, garantizándoles estabilidad financiera por treinta años, y fijando un tope de regalías de un 3%, entre otras cosas; son parte del marco legal que afianza el carácter neocolonial de nuestra economía.
Las estrechas relaciones de Gioja con Barrick Gold, y otras empresas trasnacionales (de las que es poco más que un efectivo lobbista), además de implicar riesgo de un grave impacto ecológico para la provincia, con cada vez más constantes derrames de solución cinaurada, repercutieron en un modelo económico provincial que durante las últimas décadas giró en torno a la extracción minera, y que hoy amenaza con dejar en la calle a miles de trabajadores.
Desde la década del 70 con la Dictadura Militar, a partir un proceso de concentración en manos de pequeños grupos de la burguesía, local y de la pampa húmeda, que monopolizaron la producción vitivinícola, comenzó el declive de la vitivinicultura como principal actividad económica de la provincia. Este modelo neoliberal se profundizó en los 90, destruyendo a pequeñxs y medianxs productorxs y expulsando a grandes cantidades de trabajadorxs. La necesidad de una alternativa económica para la provincia, es aún hoy una de las exigencias que el bipartidismo tradicional sanjuanino (bloquismo hoy casi acabado, y pejotismo) no han estado ni siquiera cerca de ofrecer.
La discusión acerca de la actividad minera, oscila en el discurso hegemónico, entre los polos de la defensa acérrima de un modelo minero trasnacional saqueador, extractivista, contaminante y enmarcado en la lógica de depredación voraz del capitalismo; y la oposición absoluta a cualquier tipo de minería. El urgente planteo de derogación de las leyes mineras entreguistas vigentes, la creación de un nuevo código minero que devuelva la soberanía estatal sobre los recursos, y permitan el desarrollo de una minería estatal, con rigurosos controles, sin lixiviación de cianuro, etc. queda desdibujado así, completamente.
Además de las empresas trasnacionales, otro sector al que se sentó en el sillón de mando de la provincia a través del giojismo fue la iglesia católica, principal agente de la reproducción de los reaccionarios valores de la sociedad sanjuanina. La sistemática violación de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTBIQ ha estado amparada en la inmiscusión de la iglesia en las decisiones de estado.
El papel del PJ provincial ante avances en materia de derechos como el matrimonio igualitario, por ejemplo, llegó incluso a contraponerse a las posiciones del kirchnerismo en su momento: el día en que se iba a tratar la ley de Matrimonio Igualitario, el ejecutivo provincial decretó asueto administrativo, y faltas justificadas en las escuelas, para convocar a la marcha en contra. La utilización de niñxs para juntar firmas contra la democratización de derechos, ha sido una de las tácticas empleadas.
Similar situación observamos con respecto de la ley de Educación Sexual Integral, que no se aplica en las escuelas de la provincia; la ley contra la Violencia Obstétrica, concebida para amparar los derechos de las mujeres, vulnerados de manera permanente en la salud pública y privada.
Párrafo aparte merece la designación de ministros de salud que, respondiendo al mandato divino, no sólo cierran de plano la discusión sobre el derecho al aborto libre, seguro y gratuito en los hospitales públicos, sino que dejaban vencerse en las oficinas, los anticonceptivos enviados de nación, en una clara muestra de atropello al derecho de salud sexual y reproductiva, y de doble moral patriarcal, reaccionaria y homo-transfóbica.
La detención de una pareja de jóvenes que se besaban en el parque fue una de las expresiones de la homofobia recalcitrante y de la violencia institucional que es moneda corriente en la provincia, amparada bajo el Código Contravencional. Las razzias a los barrios populares, operativos policiales en los que la policía levanta básicamente a todx joven que se encuentre en la calle; la continua persecución con un marcado sesgo de clase a artistas populares, murgas, militantes, y jóvenes; vienen siendo una constante en el accionar de la policía. Esta situación ocurría en el Giojismo y se mantiene en la actualidad.
En tanto el sucesor de Gioja en la gobernación de San Juan, Sergio Uñac, ha asentido servilmente a todas las medidas del Macrismo. El ejemplo más reciente es la firma del “Compromiso Federal para la Modernización del Estado”, eufemismo para achicamiento del estado y despidos en el sector público. El panorama que se vislumbra, además, hallaría una continuidad entre Gioja y Uñac, a pesar de las rencillas y disputas que venían dándose hacia el interior del FPV en la provincia.
Es evidente que sólo nos queda la construcción de una alternativa política real para lxs trabajadorxs, fuera del bipartidismo burgués que intentan instalar como la única opción en nuestro país. La salida al ajuste, la entrega y la represión del gobierno de Cambiemos, no existirá, si no está enmarcada en un proyecto de modificaciones estructurales, que nos alejen de las lógicas clientelares y punteristas, para acercarnos a la construcción de poder popular con voluntad de poder.
Transformaciones estructurales de ningún tipo serán posibles mientras la lectura de la coyuntura nos lleve de las narices al “todxs contra Macri” que nos pretenden imponer, ya que la política de CAMBIEMOS es ni más ni menos que la expresión más aguda y notoria de un gobierno funcional a los monopolios y a los sectores concentrados. Macri es el enemigo, pero es una cara de las tantas que este puede mostrar. Es imperioso no perder de vista que cualquier forma de capitalismo, más o menos “humanizado” y demás adjetivos, es el enemigo. Cualquier proyecto capitalista estará lejos de ser un proyecto de y para el pueblo: siempre será un proyecto para las minorías privilegiadas.