Desde Marx, Lenin, hasta hoy, ningún marxista que se precie de tal, ha dejado de caracterizar, como una necesidad inherente al régimen capitalista, la tendencia a expandirse, imponiendo la vigencia de sus relaciones a escala mundial. Por ello no resulta sorprendente, ni discutible, el fenómeno llamado globalización.
Para ser precisos hay que señalar, que se trata de la globalización de un sistema de producción, el sistema capitalista, que logra mundializarse, como resultado de una derrota impuesta por el capital a la clase trabajadora.
Desde este punto, la globalización implica la hegemonía del sistema capitalista de producción y un retroceso en la lucha que estamos librando contra este régimen. Debe quedar claro, en consecuencia, que el fenómeno de la globalización consagra una derrota.
Nuestra obligación, en tantos marxistas críticos, no consiste en lamentarnos por la derrota, sino en determinar cuáles son las nuevas condiciones, en las que debemos dar el combate.
El capitalismo tiene cuestiones de especie y otras de género, en este sentido globalización e imperialismo son de especie, y los modelos de acumulación capitalista son de género (estado benefactor o neoliberalismo) es decir que pueden mutar pero no modifican la tendencia histórica principal.
Así entendida las cosas, el triunfo de Trump no puede significar ninguna oportunidad ni para América Latina, ni para el cuadro principal de situación política del mundo, porque no va a modificar las condiciones de funcionamiento y reproducción del capitalismo a través de su despliegue histórico, esto quiere decir que va a seguir globalizando la violencia militar, la entropía financiera, el caos y reforzando la unipolaridad mundial, que implica que cuando EE.UU. habla de comunidad internacional, hablan de ellos, cuando lo hacen de “democracia”, de “libre mercado”, de Derechos Humanos, etc. siempre están hablando de ellos y de sus intereses.
TRUMP, MACRI Y LOS DESAFIOS DE LA BURGUESÍA PUNGA
El ascenso al gobierno norteamericano del magnate Donald Trump se convirtió para el gobierno de Macri en el “problema Trump” y desnuda una vez más a la burguesía argentina punga y provinciana; la muestra como es, mediocre, ladronzuela del estado pero también terrible y asesina.
Su primera reacción fue averiguar los comportamientos bursátiles de futuros de soja y otras commodities, ¿podremos exportar los míseros 300 millones de dólares en biocombustibles, que se utilizan como sostén del precio de los granos y así encarecer los alimentos populares en el mercado nacional?
¿Aumentarán las tasas de interés para los créditos tomados?
Tranquilos, los bancos imperiales les otorgarán nuevos créditos con la garantía de pago segura del sudor del pueblo. Entonces aparecerá en escena una nueva fracción peronista que obviamente HONRARÁ LA DEUDA. Ya Cristina nos catalogó como pagadores seriales ¡Que honor!
En un momento medianamente cercano defaultearán la deuda y, armas en mano, intentaran obligar a la clase obrera y los sectores populares a pagar la fiesta.
Igual, un poco antes o después hubiera sucedido si hubiera sido Clinton la elegida.
El problema de fondo es que las Cerealeras que son, junto a la Banca, quienes manejan Argentina van a jugar de acuerdo a las necesidades de EE.UU., quizás las usen para negociar con China y Rusia. Para los asentamientos y las villas todo igual, Ajuste y Represión. Por eso no hubo cambio de época, ni lo habrá hasta que las luchas nos lleven a estatizar el comercio exterior, la banca y las cerealeras como paso inicial.
LA VERDADERA GUITA DE ARGENTINA O CUANDO LOS PUNGAS VAN AL BANCO
Con dos ejemplos basta para demostrar la tendencia “inversora” del capitalismo internacional en el modelo de producción agro empresario argentino.
Adecoagro (gran empresa y pool de siembra) explica en un informe de la Bolsa de Comercio (extraído textualmente) el porqué del pedido de crédito internacional (Cincuenta Millones de Dólares)
Lo elemental y burdo de la explicación pertenece a la empresa mencionada
“En el caso de la producción de arroz, el préstamo estará destinado a la ampliación en 300 hectáreas de la superficie dedicada al cultivo y al reemplazo de los motores diésel por eléctricos. En el sector, la empresa tiene 40.000 hectáreas en el noreste argentino, tres molinos arroceros y genera 900 puestos de trabajo.
«También estamos llevando adelante un manejo eficiente del agua mediante la nivelación de los suelos», explicó el CEO de la empresa y agregó que están aplicando siembra directa para evitar la degradación del suelo. (Todo un genio) «Creemos que la sustentabilidad debe ser ambiental, social y económica», argumentó Bosch.
En lechería, el préstamo se utilizará para transformar los desechos de los animales en energía eléctrica a través de la construcción de un biodigestor, que se estima que tendrá una capacidad de potencia de 1 MW. En este sentido, el CEO dijo: Estamos interesados en aportar a la generación de energías renovables.
Además del biodigestor, con el préstamo se mejoraran las instalaciones de cría y la adquisición de nuevos equipos para los tambos”i
Parece un cuento ecologista, siempre buscando salvar al planeta para que viva el yaguareté ¡que buenos son los empresarios militantes verdes!
El grupo Los Grobo está a punto de cerrar un acuerdo para capitalizar las actividades. Se trata de una de las principales empresas agroindustriales del país, cuyo presidente es el mediático Gustavo Grobocopatel. Se informó a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires que recibió ofertas para la inversión en el paquete accionario controlante del conglomerado. Si bien no reveló más detalles, en junio ya había admitido la necesidad de obtener al menos u$s 100 millones para financiar un plan de crecimiento para los próximos tres a cuatro años. En la actualidad, la empresa factura u$s 700 millones y proyecta pasar a u$s 1400 millones. -¿Por qué venden parte del Grupo?, se preguntó a Grobocopatel.
-Buscamos aprovechar el momento político y económico. Nos genera una gran plataforma global con inversores de calidad. Hoy hay que estar en medio de los flujos del conocimiento y del capital. No se puede crecer sin acceso al capital. Queremos que la compañía trascienda a la familia y a la Argentina.(SIC)ii
¿Están quebrados?…No, ya se llevaron la plata que ganaron durante el gobierno peronista y ahora generan deuda externa…
¿Quién pagará la fiesta?, ¿la soja?
La soja es el producto más dinámico de la agricultura globalizada en Argentina.
Su desarrollo fue en función de la demanda Asiática y el negocio de las cerealeras que venden granos y derivados (la harina proteica y el aceite). La Argentina lideró la tasa de crecimiento entre 1996 y 2008, combinando aumento de superficie y rendimiento unitario se consolidó el cluster con enormes inversiones en toda la cadena, (aquí si les interesa) desde la semilla hasta el crushing, desde el silo bolsa hasta el dragado de la hidrovía y así “tomaron el poder económico de Argentina” El control político solo fue cuestión de poco tiempo.
Por eso ahora quieren la Ley de Semillas que les confiere el poder total sobre el desarrollo genético (se debate esta semana)…Que parece un poquito más importante que los galgos y las carreras.
Por primera vez en 20 años, la Argentina sufrirá un retraso en la carrera biotecnológica, La Burguesía Agraria decidió robar las royalties. El choreo de los punga-empresarios en la última cosecha con Soja fue importante. ¿Podrá Bayer con los pungas? Monsanto perdió, claro, nunca había administrado campos de concentración Alemanes en la Europa hitleriana. Consejo para los pungas, ¡cuidado!
¡El conocimiento es un acumulado histórico que le pertenece a la humanidad y no al imperio!
En el transporte se fue abriendo paso el biocombustible. Los más importantes son el etanol y el biodiesel, mientras el biogás queda por ahora limitado a la generación estacionaria de electricidad.
En la Argentina de los hambrientos, se ha ido incrementando el Uso Eugenésico de los Biocombustibles. Todo para mantener alto el valor de los granos, así se controlan los alimentos y con ellos a la población, y la soja y su genética siempre presentes.
GLOBALIZACION Y COMUNISMO
Hoy asestando fuertes derrotas a los trabajadores, la burguesía ha afirmado su dominación mundial, relativizando el Estado-Nación. La oportunidad que se presenta y debe ser asumida, es la objetivación concreta de la mundialización de las luchas contra el Capital. La mundialización de la soberanía de los trabajadores, en el nuevo mapa del mundo.
Sin caer en una posición catastrofista, debemos señalar los límites del capitalismo. No podemos considerar al mismo al margen del desarrollo histórico social. El capitalismo es sólo una etapa del desarrollo de la sociedad. Su capacidad para absorber y desenvolver los nuevos progresos científicos y técnicos, que impulsan el desarrollo de las fuerzas productivas, no es ilimitada. La mundialización está planteando, objetivamente, la contradicción de su existencia con respecto al progreso de la sociedad, es notable como, el fenómeno objetivo de la globalización, esto es la revolución que se produce de manera sostenida en la ciencia y la tecnología, en las comunicaciones en la información, en los transportes, y en los sistemas de producción, va acompañada de políticas neoliberales, que es el tratamiento que las grandes multinacionales, Estados Unidos y sus aliados más estrechos, dan a la tendencia general, objetiva de la globalización. Es la política que actualmente expresa los intereses del imperialismo y desarrolla dos objetivos muy claros: transformar el mundo en un único mercado perfectamente controlado, del que sacar los máximos beneficio posibles, y dominar al mundo, utilizando todos los medios necesarios para ello.
Ante este cuadro de situación el comunismo se plantea destruir las relaciones sociales de producción, no así las fuerzas productivas, por eso es la única organización de la sociedad posible, (expresión política de una clase universal como la obrera), que puede tomar la tarea de resolver cuatro temas básicos que son las mayores injusticias del mundo: el hambre, el analfabetismo, la atención sanitaria mínima para todos y el techo para todos.
A diferencia del capitalismo, que lo único que puede ofrecer son “vaselinas morales” (ONG, humanitarismo, ética de las buenas intenciones, ambientalismo, sentimentalismo, progresismo etc.) para que todo sea aceptable.
En conclusión de lo que se trata no es de derrotar al neoliberalismo para regresar al keynesianismo, sino de vencer la política neoliberal para avanzar en la socialización de la riqueza.
i Crédito del Banco Mundial para Adecoagro, recuperado de: https://www.agroempresario.com.ar/nota-2014.html
ii Los Grobo venden el 75% de su grupo al fondo Victoria Capital, recuperado de http://www.ieco.clarin.com/economia/Grobo-venden-grupo-Victoria-Capital_0_1688831275.html