En el contexto de una crisis mundial e histórica producto de la pandemia por el Corona virus, entrevistamos a los responsables del Movimiento territorial Rebelión Popular de la provincia de Buenos Aires. En una de las tantas islas del Delta del Municipio de Tigre donde la organización social tiene sus merenderos, Verónica Parada y Juan Pablo Correa, nos cuentan los motivos por el cual surgió un proyecto social que en la actualidad se expande por gran parte del territorio nacional.
Centenario- ¿Cómo y por qué surge el Movimiento Rebelión Popular?
Juan Pablo- Surge a través de la necesidad de crear un espacio revolucionario, orientado a la construcción territorial. Nosotros como comunistas vimos la necesidad imperiosa de poder tener un movimiento autónomo, que responda directamente a las bases. Por eso abordamos la tarea revolucionaria de empezar a construir un Movimiento, que pueda solventar las necesidades de nuestra clase, para nuestra clase y por nuestra clase.
C- ¿Cómo está organizado el Movimiento?
JP- Se fue organizado a través de distintos lugares del territorio nacional, donde nos encontrábamos con las mismas necesidades sociales y con compañeros con los cuales coincidíamos en la misma línea de construcción política. Desde esta concepción decidimos abordar esta nueva construcción, sin someternos a ningún acuerdo por fuera de esta línea y sin perder nuestra autonomía de clase.
C- ¿En qué lugares del territorio nacional se encuentra la organización?
JP- Estamos en Paraná, Chaco, Salta, Jujuy, Esquel, Rosario, Buenos Ares, Córdoba. En realidad, estamos en distintos puntos del país y con una proyección de mayor crecimiento, pero que, en los lugares recónditos, se nos hace difícil llegar porque contamos solo con nuestra fuerza sin apegarnos a ningún aparato del sistema político tradicional. Pero de eso se trata, de abordar revolucionariamente las necesidades del Movimiento.
C- ¿Qué tareas están desarrollando en el territorio y qué propuestas llevan a los sectores populares?
JP- Primeramente, siempre se resuelve la tarea más urgente que es el hambre, donde hay un Estado ausente, donde hay partidos políticos ausentes o que han usado a la gente en pos de un voto, para después borrarse un vez pasadas las elecciones.
Verónica- Encima la gente se da cuenta de esos manejos y es lo primero que te dicen.
JP- Si, llega un momento en que te vienen a buscar porque saben que nosotros no transamos con nadie.
V- Exactamente es eso.
JP- A partir de ahí se empiezan a dar talleres y a construir cooperativas que es la propuesta a la que aspiramos, la independencia total de la clase. Esto es educar para que se comprenda que no se necesitan patrones, no necesitamos gente arriba. Que ellos nos necesitan a nosotros como trabajadores y no nosotros a ellos como patrones.
Todo esto se da en un marco de crisis, política y económica, que golpea principalmente a la economía popular. Es ahí donde salimos a dar respuesta a los más necesitados. Respuesta que no dio el Estado, que no dieron los partidos burgueses…la dimos nosotros.
C- ¿Cómo se financia el Movimiento?
JP- En Buenos Aires estamos inscriptos dentro del ministerio de Desarrollo Social, aunque está llegando poco y nada de mercadería, pero apuntamos a ser autosustentables a través de las cooperativas con trabajo genuino, sobre todo para las familias que han perdido su sustento económico por la pandemia. Ahora estamos produciendo barbijos con lo que hacemos nuestras finanzas para colaborar con lo que se necesite. Los pedidos se pueden hacer al número de celular 116-7821-458
C- Ustedes que están con bastante desarrollo en el Delta del Tigre. ¿Cuáles son las necesidades particulares de esta zona?
V- Ojo, aparte del Delta estamos en distintos municipios del conurbano.
La necesidad más grande que se da, en el medio de la pandemia, es la comida, que es igual al resto del año pero que hoy está peor. Y otro tema es la falta de trabajo, sobre todo en lo pibes. Independientemente de la pandemia, lo que falta es laburo. Por eso apuntamos fundamentalmente a la juventud. En todos los proyectos que hacemos como las cooperativas, tratamos de sumar siempre a los pibes, para que no terminen siendo hacheros y cortadores de caña. Por eso en los talleres de formación y en las tareas comunitarias tratamos de vincularlos todo el tiempo, para enseñarles que hay otra cosa.
Pero, como te decía antes, con el tema de la pandemia lo más urgente es el morfi, sobre todo en lo profundo del Delta.
C- ¿Qué proyectos, aparte de los que están desarrollando, y que otras perspectivas tienen para el Movimiento?
V- Con respectos a los proyectos, estamos avanzando inicialmente con las cooperativas. La más avanzada es la textil, pero también tenemos una de carpintería, y la idea a futuro es crear una cooperativa naval, gastronómica y audiovisual. Para lo que queda del año, también tenemos bastante desarrollado un proyecto para una cooperativa artística, que posiblemente surja antes que las otras.
JP- Desde el punto de vista político tenemos el objetivo de desarrollar e integrar un Frente revolucionario, que sea por y para el pueblo. Porque nosotros militamos para la revolución, no para un cacique. Esa es la diferencia entre nosotros y el resto de los movimientos. No militamos para que uno llegue al poder, sino para la causa del pueblo. Otra diferencia con los partidos del sistema y otros movimientos es que no diferenciamos entre desocupados y ocupados, porque para nosotros son todos trabajadores, sin importar si tienen trabajo formal o informal. Queremos que confluyan en una línea política de la clase.
C- ¿De qué forma logran conformar esta propuesta entre lo social y lo político?
JP- Dentro de nuestras filas hay camaradas de distintos partidos, como el Partido Comunista del municipio de San Fernando que nos están dando apoyo tanto en lo social como en la formación política. Dentro de esta tarea está de la romper ciertos paradigmas. Tratar de explicar a la gente que las cosas son así pero no por eso tienen que seguir así.
V- Como el taller que se dio el año pasado de plusvalía, que con cambiarle el nombre a “por qué no podemos llegar a fin de mes”, fue atractivo y lo pedían. Nos llamaban para pedirnos que se dé otra vez el taller. Porque a la gente le queda dando vuelta la idea.
JP- Lo que queremos a través de todos estos talleres, es tratar de formar conciencia de que nosotros somos una clase explotada y que nos van a seguir explotando mientras lo permitamos. Entendemos que es una tarea ardua y que se viene llevando hace muchos años, pero no por eso vamos a bajar las banderas.
C- Con respecto a la gente en el territorio. ¿Qué respuestas tienen?, ¿se involucran en las tareas, se comprometen con la Rebelión?
V- Totalmente. No sólo se involucran y comprometen, sino también proponen.
Más allá de decir que uno va a hacer cosas, es muy importante hacer las cosas, porque cuando ven a uno que cumple, que estás, que estás comprometida de verdad, ellos mismo te proponen cosas. Por ejemplo, la propuesta de abrir la salita de primeros auxilios, que surgió desde los vecinos.
Así se está generando una buena referencia del movimiento Rebelión Popular, porque estamos haciendo las cosas bien. Aunque venimos construyendo despacio, venimos bien.
Por ejemplo, en JC Paz se acercó una vecina para pedir ayuda por una situación familiar compleja, que las compañeras supieron abordar, la supieron acompañar y solucionar. Ahí te das cuenta que te estás referenciando. Pero hay compañeros que piensan que por arrancar con un merendero estás haciendo asistencialismo, pero no se dan cuenta la magnitud que tiene esa construcción, lo que viene atrás de eso.
C- Si alguien quiere contactarse y colaborar con la Rebelión Popular, ¿cómo lo puede hacer?
V- Por Facebook: Movimiento Rebelión popular o por el Instagram: Mrebeliónpopular todo de corrido.