Alejandro Olmos Gaona
En su arrogante discurso grabado de días pasados, el presidente, habló de un superavit en pesos que no se había logrado en años, y lo puso de ejemplo como un gran triunfo. Convertido en dólares el superavit de enero a marzo llegó a 1300 millones de dólares. Milei se cuidó muy bien de mostrar los fundamentos de superavit, debido fundamentalmente a licuaciones de jubilaciones y sueldos, y postergar pagos. Yendo a un ejemplo doméstico: si un ciudadano gana 300.000 pesos y tiene obligaciones por 400.000 y solo paga la mitad, le va a sobrar plata.
Pero más allá de estos malabares numéricos, Milei, y su gabinete de mediocres no dijeron una palabra de que la deuda pública aumentó en el mes de enero 10.622 millones de dólares, en el mes de febrero aumentó 5.259 millones de dólares, en marzo 16.521 millones de la misma moneda, lo que al 31 de marzo totalizan un endeudamiento de 32.382 millones de dólares. El 65% de esa deuda está en moneda extranjera y el 35% en moneda local, pero a través de mecanismos indexados que la hacen crecer cada vez más.
A estas cifras maravillosas hay que agregar que el ministro Luis Caputo, a quien Milei calificara de «delincuente» en otros momentos, emitió un bono por 4 billones de pesos, ajustados por el coeficiente de estabilización de referencia, y dos bonos de 6.000 millones de dólares cada uno, con vencimiento en los años 2025 y 2026.
Estos son los datos irrefutables que surgen de la página oficial del Ministerio de Economía, y muestran una realidad distinta a relatos mentirosos, que hay que ser muy imbécil para creer.
Espero que la marcha de ayer, a pesar de las habituales descalificaciones del gobierno, sea el comienzo para resistir a un gobierno saqueador, privatizador y mentiroso, que vino a cambiar para mal la realidad argentina, favoreciendo a los que siempre defraudaron a la Argentina, como está ampliamente demostrado en investigaciones existentes en la justicia federal