Sapucay en el yerbal

Sapucay en el yerbal — Imagen 1

La mañana no despierta del todo,

la oscuridad se resigna,

El silencio del mundo es estridente

ante los mansos silbidos de los pájaros

que aparentemente,

llegaron antes a la jornada laboral,

El viento,

muchas veces se convierte en amigo

y en otras ocasiones,

simplemente en verdugo…

Llegan dormidos aun los hombres sin nombres,

llegan sumisos y mansos;

abrazando un termo y saboreando un mate,

como para despertar del todo;

Allí en medio del verde

–que para  nada es esperanzador-

dejarán un trozo de vida,

Allí,

la mitad de su día se consumirá acariciando la planta,

ritual de antaño.

Risas,

carcajadas

y sapucay

se mezclan con el ruido del monte,

Niñez,

adolescencia

y vejez

sucumben al oro verde;

los sueños allí no duermen.

Los sueños allí, son de otros…

Mientras tanto,

las heladas manchan la piel.

Mientras tanto

el sol rompe el lomo,

resquebraja las manos

y endurece corazones inocentes…

En medio del monte

y sin alas,

solo queda otear el horizonte y

en algunas de esas,

intentar el vuelo

–muy pocos lo hacen-

Entonces,

solo queda volver mañana

a dignificar el estatus social del patrón;

Con la miseria y el hambre de los nuestros…

Revista comunista de análisis y debate