VARGAS LLOSA Y MR. HYDE

Por Alejandro Szwarcma.

“Se puede ser un gran escritor y ser un timorato en asuntos políticos. Tú lo sabes mejor que nadie, Roger.”
Apenas transcurridas setenta, de las más de cuatrocientas páginas de la edición de Alfaguara de “El sueño del celta” – momento en el que ya estás con media cabeza adentro del libro, desvelado y definitivamente preso de la pluma de este animal feroz de la narrativa que es Mario Vargas Llosa -, aparece la frase citada más arriba, casi como un guiño misterioso, o como si el escritor se saliera de la página para decirte:

  • Sí, efectivamente, estás en lo correcto. Soy un timorato, un miserable liberal de ultra-derecha, bien lo sabes lector. Pero mi acto de escribir me permite estos desdoblamientos. En la vida real, un verdadero imbécil. En mis ficciones, un intelectual de izquierda. Alguien capaz de desnudar las crueldades del capitalismo mejor que nadie. Vargas Llosa y Mr. Hyde.
    Dije “guiño”, porque el recorte que cito refiere un diálogo imaginario entre Roger Casement (héroe y mártir irlandés, aventurero, humanista, protagonista de esta novela histórica) y Alice Stopford Green, ambos refiriéndose a Joseph Conrad, autor de “Corazón de las tinieblas”, célebre novela en la que uno no puede dejar de pensar mientras va recorriendo los capítulos de este libro fascinante y por momentos, incluso brutal. Tampoco es posible evitar las intertextualidades para con la trama del film “Apocalyse now”, (que es justamente la adaptación que hizo Coppola del relato del escritor anglo-polaco), o con la novela “La vorágine”, del colombiano José Eustasio Rivera.
    Recuerdo alguna vez haber leído en un prólogo escrito por Oriana Fallacci para “The call of the wild”, que la periodista y escritora italiana recordaba su temprano encuentro con aquella novela de Jack London como el evento de su adolescencia en el que había perdido la ingenuidad para siempre. En ese sentido, me arriesgo a decir que con esta novela MVLL va más allá de las cavilaciones morales de Conrad, o de las confrontaciones filosóficas entre las ideas de Hobbes y Rousseau acerca de la naturaleza del ser humano. En “El sueño del celta” los actores que se enriquecen de la explotación del hombre por el hombre, del expolio y del exterminio de comunidades enteras tienen nombres y apellidos; tienen incluso un origen en la apropiación de vastos territorios y de la reducción a la esclavitud de millones de almas. Es una radiografía muy precisa de la expansión del capitalismo devenido en colonialismo e imperialismo,
    Desde su publicación, hace ya más de diez años, tardé mucho tiempo en encontrarme con “El sueño del celta” y sinceramente, no sé por qué. No tengo prejuicios para con las ideologías de los verdaderos creadores como MVLL. Pero es evidente que algo de esa estupidez progre me atravesó de un modo inconsciente.
    Este es un libro (lo pensé muchas veces al cabo de su ardorosa lectura) que bien podría servir para ilustrar el capítulo de El Capital donde Marx se refiere a la acumulación originaria: “el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies hasta la cabeza.”
    Criminales como Leopoldo II de Bélgica, o el burgués Julio C. Arana de la Peruvian Amazon Company, socia de la corona británica, salen del injusto anonimato en el que la historia oficial les ha dado refugio, para ser denunciados una vez más por sus respectivos pillajes, saqueos, crueldades y genocidios contra las poblaciones nativas de la Amazonía y del Congo en los alegatos del valiente Roger Casement.
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